jueves, 30 de octubre de 2008

Los medios audiovisuales y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la familia: La televisión







Cada vez hay más niños que pasan gran parte de su tiempo viendo la televisión porque sus padres están ocupados, porque ya no pueden salir a jugar a la calle como antigüamente y por la gran atracción que supone sobre ellos. Por ello, a continuación, veremos las ventajas e inconvenientes de que los niños vean la televisión y expondremos la manera adecuada de verla.

La televisión se ha convertido en un instrumento privilegiado de socialización y de transmisión de ideologías y valores, por tanto, debemos considerarla como un elemento de incidencia en el proceso formativo de los niños. Para ilustrar estos aspectos, podeis ver el siguiente vídeo:





Los programas y series televisivos pueden facilitar a niñas y niños numerosos aprendizajes, pues les enseñan a fijar la atención en personajes y hechos concretos, desarrollan su sentido espacial, les proporcionan información sobre la vida en otros lugares de nuestro planeta, les facilitan conocimientos generales...Sin embargo, desde el hogar sería conveniente tener en cuenta los siguientes puntos:
  • Preparar a los pequeños para enfrentarse al reto de ver críticamente la televisión. Es importante que comiencen a estar formados para mantener una actitud de crítica constructiva ante la televisión, y sería aconsejable que aprendieran a elegir y analizar lo que ven. El proceso consistiría en recibir el mensaje, filtrarlo, seleccionar lo positivo y apartar lo negativo, e integrarlo en su escala de valores. El niño teleadicto, en cambio, asimila como aceptable todo aquello que ve en la pantalla. No lee, no juega, no desarrolla capacidades como la creatividad, el lenguaje o la inteligencia; es un sujeto pasivo que no sabe emplear su tiempo de ocio de otra manera; ha perdido el interés por el diálogo y la comunicación.
  • Iniciar a los niños en el conocimiento de los distintos tipos de programas que constituyen la programación, diferenciando lo real de lo ficticio. Debemos tener en cuenta lo siguiente: cuanto más pequeño es el niño, menos marcados están los límites entre la realidad y fantasía. En muchas ocasiones, niñas y niños creen que los personajes que ven en la televisión están vivos.
  • Ayudarlos a valorar los distintos estereotipos que se dan en los personajes televisivos, así como su influencia. Esos personajes representan diferentes roles, como por ejemplo, en las series, el pijo, el ligón, el marginado, el ama de casa...Lo que deben hacer los padres es hacer que los sepan qué hay de cierto en esos estereotipos y qué cosas no son reales.
  • Apoyarlos para que comprendan la importancia de la función informativa de la televisión, así como los diferentes mecanismos de publicidad y su influencia.

En cuanto a la publicidad, uno de sus objetivos básicos son los niños porque ellos aún no tienen capacidad crítica. Éstos quedan deslumbrados ante los rpoductos que les muestra la televisión y los desean, y entran de lleno en el mundo del consumo. Los anuncios son espacios breves, se adaptan al tiempo y la capacidad de atención de los pequeños, con imágenes alegres, rápidas, repletas de colorido y música atractiva a los que los niños se "enganchan". Los adultos debemos alertarlos sobre los pros y los contras de la publicidad y la elección de los juguetes más adecuados.

Vivimos en una sociedad de medios tecnológicos en la que predomina la imagen, por tanto, resultará mucho más práctico enseñar a nuestros hijos a hacer un buen uso de la televisión que prohibírsela. Se trata de reeducar sus gustos y enseñarles a equilibrar sus necesidades, de fomentar actitudes para controlar y retardar sus inminentes deseos, que responden, en muchas ocasiones, a caprichos inmediatos. A continuación, propongo una serie de consejos útiles para que niñas y niños vean la televisión de manera adecuada:

  • Que los adultos conozcan el tipo de programas que ven y sus contenidos.
  • Apagar la televisión cuando se termine cada programa.
  • No estar solos contínuamente delante del televisor.
  • Acordar con ellos un tiempo límite para verla a diario, cuanto más breve, mejor.
  • No tener la televisión puesta todo el día, como ruido de fondo o centro de las actividades familiares.
  • No utilizarla como incentivo o como castigo. No conviene animarlos a que ven la televisión en cualquier momento en que no tengan quehaceres o utilizarla como premio, pues aumentaremos sus deseos de verla. Tampoco es adecuado que sea el instrumento de entretenimiento para el niño, pues reforzaremos su dependencia.
  • Ofrecer a niñas y niños otros entretenimientos.
  • Aprovechar los meses de vacaciones para que la televisión también descanse.
  • Ver juntos la televisión y preguntar al niño sobre aspectos para que participe, piense, razone y busque las palabras apropiadas para expresarse.

Por último, sólo me queda decir que la televisión con control no hace daño y puede convertirse en un magnífico instrumento educativo siempre y cuando sepamos cómo utilizar con nuestros hijos su capacidad persuasiva y motivadora, debida a la superioridad de la imagen visual frente a la palabra.

Os pongo unos enlaces a webs donde podeis obtener más información:

http://http://www.guiainfantil.com/educacion/efectostele.htm



Bibliografía recomendada:

  1. AGUADED, J.I. (1999) Convivir con la televisión. Paidós. Barcelona
  2. ALONSO,M., MATILLA, L. y VÁZQUEZ FREIRE, M. (1995) Teleniños públicos, teleniños privados. De la Torre, Madrid.
  3. BUCKINGHAM, D., FILELLA ESCOLÀ, R. (2002) Crecer en la era de los medios electrónicos: tras la muerte de la infancia. Ediciones Morata.

Fuente de la información: Revista "Maestra Infantil"

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